lunes, 26 de diciembre de 2011

Poesía: Eugenio Montejo allana la torre de marfil

La Poesía 

La poesía cruza la tierra sola,
apoya su voz en el dolor del mundo
y nada pide
ni siquiera palabras.

Llega de lejos y sin hora, nunca avisa;
tiene la llave de la puerta.
Al entrar siempre se detiene a mirarnos.
Después abre su mano y nos entrega
una flor o un guijarro, algo secreto,
pero tan intenso que el corazón palpita
demasiado veloz. Y despertamos


Pájaros

Oigo los pájaros afuera,
otros, no los de ayer que ya perdimos,
los nuevos silbos inocentes.
Y no sé si son pájaros,
si alguien que ya no soy los sigue oyendo
a media vida bajo el sol de la tierra.
Quizás es el deseo de retener su voz salvaje
en la mitad de la estación
antes que de los árboles se alejen.

Alguien que he sido o soy, no sé,
oye o recuerda,
si hay algo real dentro de mí son ellos,
más que yo mismo, más que el sol afuera,
si es musical la fuerza que hace girar el mundo,
no ha habido nunca sino pájaros,
el canto de los pájaros
que nos trae y nos lleva.

Escribiré con piedras 

Alguna vez escribiré con piedras,
midiendo cada una de mis frases
por su peso, volumen, movimiento.
Estoy cansado de palabras.
No más lápiz: andamios, teodolitos,
la desnudez solar del sentimiento
tatuando en lo profundo de las rocas
su música secreta.
Dibujaré con líneas de guijarros
mi nombre, la historia de mi casa
y la memoria de aquel río
que va pasando siempre y se demora
entre mis venas como sabio arquitecto.
Con piedra viva escribiré mi canto
en arcos, puentes, dólmenes, columnas,
frente a la soledad del horizonte,
como un mapa que se abra ante los ojos
de los viajeros que no regresan nunca.
 
Una entrevista imaginaria a Eugenio Montejo

Un poeta a larga distancia viérnes, diciembre 05, 2008

Podemos construir un país completo escribiendo con piedras


El poeta y ensayista venezolano, fundador de la revista Azar Rey y co-fundador de la Revista Poesía de la Universidad de Carabobo, fue investigador en el Centro de Estudios Latinoamericanos "Rómulo Gallegos". Tras una búsqueda exhaustiva, el poeta caraqueño expresó su visión presente y a futuro de la poesía y literatura venezolana, así como su perspectiva extrínseca del país. 
 
Eugenio Montejo expresó que en Venezuela se vive una censura velada a los medios de comunicación y una situación poco favorable para los intelectuales. Denunció el  impulso de la literatura propagandística y que ha retirado su apoyo a todas las editoriales que no comulgan con sus ideas.  
A través de una llamada telefónica el poeta expresa pensamientos que aún no han muerto, y mediante el auricular, se podía escuchar su voz aclarándose y el crujido de sus bigotes siendo peinados por sus dedos.

—¿Le sorprende que lo llame a su nueva residencia?

—Como podrás imaginar no mucha gente me llama acá. Ellos saben que me fui, pero no saben para dónde. Sin embargo recibo muchas cartas, las leo con mucha atención y cuidado; pero no sé cómo contestarlas. Cuando supe que querías hablar conmigo tuve que notificar con mucha anticipación y hacer una larga fila de espera para aguardar a que me llamaran. Todos los que esperaban conmigo se emocionaban cuando escuchaban la campanilla del teléfono; pero yo no, en realidad no tenía prisa. Cuando llegó tu llamada sí fue una sorpresa para mí porque no la esperaba.

—¿Recuerda cómo llegó allá?

—No. Sólo recuerdo la sensación de haber despertado de un largo sueño del cual no recuerdas nada. Cuando desperté, vi a lo lejos a un montón de gente que me miraba con caras extrañadas. Pensé que me rodeaban, pero en realidad era yo quien los había interrumpido.

—¿Está informado de la situación de Venezuela?

—Ha pasado poco tiempo, esperaba que hubiesen cambios más radicales. Aunque se han vivido meses de paz, aún falta mucho camino por recorrer. Yo ya no puedo hacer nada; pero espero que lo que hice haya servido del algo.

—¿Qué podemos hacer para cambiar?

—Yo te puedo hablar como poeta, porque nunca ejercí mi carrera. Para que la literatura deje de existir en función del clientelismo del Estado que ha retirado su apoyo a todas las editoriales que no comulgan con una ideología vacía, hay que escribir desde el alma. No hay otra forma de escribir poesía más que con el corazón.

A pesar de las dificultades que enfrentan actualmente los poetas y su constante lucha para ser publicados, en especial con esta contracorriente política, hay que seguir escribiendo por la pasión de escribir. Hay que enamorarse de los versos y engendrar más versos. Esta situación es difícil para los intelectuales, porque nosotros no respondemos a intereses políticos, sólo respondemos al arte.

—¿Ahora con qué escribe?

—Lamentablemente estoy cansado de las palabras y los lápices, aquí nada permanece, todo se escapa hacia el cielo blanco, al menos creo que eso es el cielo. Y traté de construir puentes, muros, pero todo se esfumaba. Ya no puedo escribir más. 
 
Pero quiero recordarte que en Venezuela es posible construir un país completo escribiendo con palabras de roca que lleven tatuada la música secreta de los sentimientos. Como decía Agustín Basave, “la filosofía y la poesía cumplen una función humana igualmente liberadora: la sospecha de que el universo no se limita a ser lo que es”. Siempre hay que evitar las imposiciones.

—¿Qué piensa ahora de la terredad?

—Ahora la veo con nostalgia; pero viví lo que viví y no creo arrepentirme de nada, al menos nada grave. Siempre temí no haber vivido lo suficiente, estar en contra de mi reloj biológico, creía que no me iba a dar tiempo de nada. Ahora que puedo ver mi vida completa, me doy cuenta de que hice lo mejor con mi terredad, que fue escribir. 
Creo que la terredad de los jóvenes escritores se encuentra en luchar. Ahora la poesía y la literatura se han convertido en una gran lucha, un arma para hacer cambios.

—¿Se considera un poeta a larga distancia?

—No, lo que escribí se quedará así para siempre, no puedo construir nuevas palabras para ustedes. Siempre seré fiel a la noche de los versos y al fuego de todas sus estrellas. Pero cuando las miro desde aquí comprendo que no podría irme, no sé habitar otro paisaje; olvidé vivir cuando pisé esta tierra. Ni con la muerte dejaría que mis cenizas salgan de sus campos; ni yo profanara tus aposentos con mi espectro.

Yo pasé indirectamente mi legado hacia los jóvenes de corazón que tengan el tiempo que yo no dispongo para seguir escribiendo poesía. Por otro lado, si lees mis ensayos y poemas, me estás leyendo a mí. Desde ese punto de vista creo ser un poeta a larga distancia. Estoy en esas palabras pero me encuentro muy lejos. Además, ese término tiene implícito la posibilidad de un viaje y un encuentro. Todos nos conoceremos tarde o temprano.

—¿Regresará?

—No lo sé, pero no tengo muchas esperanzas. Desde que entré aquí no he podido ir a otro lugar; no me lo permiten. En esta planicie sólo puedo caminar, pensar y tener conversaciones inútiles con los otros poetas y filósofos que me acompañan. Aunque siempre preferiré donde vives ya que la tierra es el único planeta que prefiere los hombres a los ángeles.
Más que el silencio de la tumba temo la hora de resurrección: demasiado terrible es despertar mañana en otra parte.


Edición y Redacción: Anna Feuerberg.
Publicado por Andrea Rebolledo, Sleep Deprivation. http://sleepdeprivationblog.blogspot.com/2008/12/una-entrevista-imaginaria-eugenio.html
Todos los derechos reservados a los titulares® Fotografía: ®Annaritz & losviajeros.com

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